martes, 11 de junio de 2013

Soy hueso, soy carne, soy llanto y soy desahogo.
Me miro y cada vez que me visualizo en un espejo veo lágrimas y me pregunto ¿Soy yo? Y hay una simple y negativa respuesta, sí soy esa mujer que cada día respira sin un porqué, que está de pie por cuestiones divinas y sonriese para cubrir lo que en realidad siente.
Te miro y me pregunto ¿Sos esa famosa alma gemela? De que sirvió depositarme todo este tiempo entre tus brazos y querer entender el mundo mirándolo de a dos, de que me sirvió refugiarme en tus palabras si todas ellas se convirtieron en golpes y tu sonrisa ya no me brindó felicidad sino temor... Y cada vez que pasa el tiempo, sigo tapando mi amargo sabor a tristeza, con una sonrisa.
Te miro y quiero ver en ti una esperanza...

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