sábado, 7 de agosto de 2010


¿Podremos afirmar que el segundo domingo del mes de agosto, hoy en día, nos perteneces? Tenemos el valor para empeñarnos a tomar decisiones de adultos pero no para afirmar que hoy también, algo del día nos pertenece, somos esclavos de las paranoias producidas por la adolescencia, por la aberración a un cuerpo ajeno, a cometer equivocaciones para saciar nuestra sed o solo para sentirnos queridos. Creemos que dominamos las riendas del amor, que somos los jinetes perfectos para poder entender las fichas del juego y moverlas correctamente pero capas no es así, nuestros años son de experiencia no lo dudo, pero tan bien se y sabemos que faltan muchos, que cada año, cada día, cada momento deja en nosotros marcados una sabiduría especial. Que a pesar de ser almas que se entregan a otras, que lloran bajo sabanas por un ser que jamás se va a dar cuenta de lo que pierde, que respiramos los aires equivocados lleno de nicotina, que bebemos las cosas incorrectas, que a veces sin quererlo hacemos el mal somos pequeñas personas, tenemos presente y un pasado. El cual nos tenemos que sentir orgullosos porque nos hizo lo que hoy en día somos, y creo que todos hemos superado las expectativas de los seres que nos rodean, que somos personas de bien, niños capas para los mas viejos, adolescentes para la sociedad, pero al fin y al cabo personas, hombres o mujeres que tenemos una vida por delante que a pesar de nuestros errores y equivocaciones tenemos alegrías, tenemos personas por quien vivir, por quien luchar y que siempre una esperanza para el otro día nos mantiene vivos.

domingo, 1 de agosto de 2010


He olvidado la pasión por la escritura, debido a que mi inspiración y atracción hacia ella, se debe sin dudas a la falta de comunicación, a la expresión que necesito decir al mundo mediante mis palabras. Pero hoy en la actualidad no estoy encerrada en un pasaje inoportuno, todo lo contrario, mis minutos, mis días, mis pensamientos laten junto a mi corazón y sin razón alguna se han convertido en un simple nombre ordinario, soy solo esclava de los pensamientos constantes producidos por el amor, ya no hace falta expresarse solo por tristezas, desilusiones, tengo muchas razones mas, y una de ellas hoy en día es ese nombre. Que me da pasión, pudor, que me deja ver más allá de donde ven mis ojos, más allá del firmamento, más allá de lo posible pero mucho más allá también de lo imaginario. Sentir cada día mas que se impregna en mi una nueva sensación, la cual produce paz, la cual me hace feliz, he estado acostumbrada al desamor, a la utilización de una persona solo por aborrezco actos, pero hoy en día, se puede decir que mi ser se ha llenado de una verdadera pasión, de algo que con palabras no se puede descubrir, algo que deseo que se haga eterno y lo acepto, creo que he llegado a la sima de la felicidad.