miércoles, 24 de febrero de 2010


Y solo te vuelves espina, solo te vuelves negrura.Conseguiste lo que quisiste, ya tu cometido se logro, te impregnaste en mi vida y mi corazón, me llevaste engañada al castillo y sin querer esta princesa por amor se entrego y nunca eso lo olvidara jamás. El maldito caballero le juro amor eterno, y sin importar los sentimientos puro de esa pobre dama, él en ella se impregno y su suciedad por dentro de ella corrió. Y como un río de agua viva llego a su corazón, inundándolo de paz y sin importar que las promesas del caballero cada amanecer desaparecieran una a una. Ella siempre recordara las tardes de pecados y cada mañana se lamentara más y más por dejarlo entrar en su corazón y que ahora no se pueda ir mas...

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