lunes, 24 de noviembre de 2014

Estoy vacía nuevamente, perdida en la ciudad y viendo nublado por las lágrimas en mis ojos. Te fuiste al igual que todos, huiste y no fuiste capaz de amarme para siempre. Mentiste al igual que todos, me abandonaste en mi propia malasuerte y te llevaste lo mejor de los dos. Los días vuelven a ser gris, la soledad de la mañana continúa hasta la noche, las ganas de no vivir perdurarán hasta la próxima semana.
  Entraste por la puerta grande y te vas por la ventana, traicionaste y desilusionaste, pero a diferencia de los demás clavaste en mi corazón más fuerte tu huida. Todo fue mentira, sigo en mi hogar y vuelvo a sentirme vacía. Fue mentira que ibas a cambiar mi vida, que ibas a darme un montivo a querer vivir, no sirvió de nada ir contra el mundo si cuándo ya no era lo que esperabas me dejaste sola en el camino.
Te fuiste como todos a grande velocidad y nunca respetaste lo mejor que te di, pero sí criticaste lo peor de mi. Preferiste objetos materiales y te sumergiste en comentarios de otros. Vuelvo a llorar, vuelvo a perderme en los caminos, vuelvo a preferir irme antes que quedarme. Tengo más arriba que abajo. Déjame irme...

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