jueves, 9 de septiembre de 2010


La perfección, muchas veces esa simple palabra, ese adjetivo calificativo y valioso para ciertos individuos, hoy es el mal de mis traumas.
Se encuentra con diversos significados y diversas formas, pero especifiquemos las más importantes, la perfección interna y la perfección externa. ¿Cuál de todas ellas es la más importante? Todos juzgan sin ver las dos diferencias.
La interna, el máximo tesoro de una persona, allí se encuentran los pensamientos, los sentimientos, los recuerdos, todo lo que te formo el carácter que tienes hoy en día, lo que hizo que hagas hecho todo hasta este punto final, muchas veces valedera de millones de gratificaciones pero en los caso donde mas duele, valedera de un desprecio imperdonable. No saber ver mas allá de lo exterior, de la belleza que nuestros padres al unirse nos regalaron o de un simple reflejo en el espejo, muchas veces también juzgada por sus rasgos fuertes, la perfección externa hace también sentir a una persona, en ciertos casos, valedera de un sentimiento de odio hacia ella misma. La sensación de no poder tener las dos virtudes, es la que nos lleva a decir que sentimos un vacío, lo podemos justificar y agregar con dolores de amor, penas pasadas, pero en cierto momento uno tiene el tupe de preguntarse. ¿Soy bello por dentro o por fuera?

No hay comentarios:

Publicar un comentario