Esa situación escalofriante, que domino mi conciencia todas estas restantes semanas, esa bella situación, ese bello y maldito momento que nos condenó  y me condeno a arrebatarme de la maldita realidad y me dejo en un mundo que jamás había visto, pero sabía que iba a ser solo un sueño.. En ese momento no te voy a negar que tuve mucho miedo, pero fui franca y derecha y sin dudas a mi objetivo llegue. Mientras nuestras miradas se cruzaban y se bajaban de la presión del momento acompañadas por los reflectores la emoción a dentro mío era implacable, era como que tenia millones de alegrías a dentro y nadie me podía sacar esa sonrisa tan notable que dominaba mi cara..
Llego el momento fui con esa sonrisa y llena de emociones internas te mire haciéndome la fuerte pero con el mayor miedo que pudo existir y te tome de tus bellas manos te lleve al paraíso y mientras las personas se me hacían invisibles y solo ibas quedando tu y yo, en esa noche donde jamás me podría a ver pasado que terminara así; Me apresure por miedo a perderte, te agarre la cara con mis delicadas manos y mientras tus ojos se cerraban en torno al reflector mi cuerpo se erizaba, mis labios te necesitaban, no podía mas, tenía que caer y caí, al minuto un aliento llego a mi vida, y entro por mi boca y me hizo brillar de luz, mis labios rozaban los tuyos y mis manos sujetas a tu cuello iban captando el bello erizamiento de tu cabello, y mientras tantos tus dulces caricias, se iban fecundando en mi cadera deslizándose como terciopelo alcanzando la perfección mas perfecta del mundo, y mientras que mis labios eran acosados por los tuyos, tus ojos miraban los míos y se cerraban como sensación de paz, y nuestras caricias marcaban nuestra piel con el nombre de esa noche, mi corazón latía, pero latía de una forma única, estaba en un momento único y perfecto ya que tu presencia fue sin dudas, la corona de esa noche.