
Él el dueño de mi alma, mi mente, mi corazón, mis secretos, mi vivir y mi infelicidad. Él infeliz en quien confía en mi alma y no sabe que esta enredado en un lió de amoríos en mi corazón.
Él la luz de mis ojos.
Amigo mío te juro que no entiendo porque yo así hoy me encuentro. Han pasado meses, casi un año y sigo igual, en un laberinto sin salidas en una red de mentiras insaciables.
Sos él dueño de mi vida, los otros son simples fichas de ajedrez que sobran por ahí, tú sabes que siempre estaré rendida a tus pies, soy sirviente de tú vida sin vos no hay vida. Porque vos sos la vida misma, sos por él cual mi corazón sueña cada noche, llora cada día, hace cada poesía, a quien le entrego mi amor y quien aunque no se dé cuenta de mis sentimientos será siempre el rey de mi corazón.
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